Rafi fue testigo de un caso emocionante para mí, el mismo día en que se confundieron mis zapatos.
Ainssss los zapatos y yo sin enterarne aun de lo que paso. Aun me duele no haber podido estar ese rato pero no pudo ser aunque me habría encantado.
Pués mira Mari, se entero mucho personal. Se enteró la señá Vicenta, su marido Angel, la amiga Rafi, su hijo, mi marido y yo que también me dí cuenta del asunto aunque despistada y tarde.. Además, creo que todavía se está riendo también a estas alturas y por estas fechas, la señora de la zapateria que hay justo al lado de la administración de loterías y apuestas del estado de mi querida amiga Salvadora;
