Cipriano heredó mucho dinero decide dedicarse a viajar por el mundo. Como primer viaje se vá a conocer Hungría. Cuando vuelve se encuentra con una amigo:
- ¿Qué tal tu viaje por Hungria?.
- Pues todo muy bonito.
- ¿Y Budapest?.
- Una ciudad preciosa.
- ¿Y qué tal con las magiares?.
- Pues... esto... eh, bien.
Cuando se despide se va a su casa, coge el diccionario y busca la palabra "magiares", y lee: "mujeres naturales de Hungría", así que piensa: "vaya, he debido de quedar en ridículo".
Total, que su siguiente viaje es a Portugal, y a su regreso se vuelve a encontrar con su amigo.
- Hombre, me dijeron que te fuiste a Portugal.
- Pues sí, tenía ganas de conocer el país vecino.
- ¿Y cómo es Lisboa?.
- Una ciudad preciosa, su puerto, la zona monumental, en fín te estaría contando maravillas de su monumentos toda la tarde.
- Bueno, ¿y cómo eran las lusas?.
- Eh... hombre, dentro de su entorno, bien.
Al llegar a su casa coge el diccionario para buscar la palabra "lusas": "mujeres naturales de Portugal", y dice: "vaya, he vuelto a hacer el ridículo, pero en la próxima no fallo".
Como siguiente destino se va a Egipto y a su vuelta, se encuentra de nuevo con su amigo.
- ¿Dónde estabas esta vez Cipriano?
- Me fui a Egipto.
- ¿Qué tal las gentes de allí?.
- Amables, pero te intentan sacar el dinero vendiendo baratijas.
- Vaya. ¿Y qué tal las pirámides?.
- Pues me ligué a tres y a dos me las llevé a la cama.
- ¿Qué tal tu viaje por Hungria?.
- Pues todo muy bonito.
- ¿Y Budapest?.
- Una ciudad preciosa.
- ¿Y qué tal con las magiares?.
- Pues... esto... eh, bien.
Cuando se despide se va a su casa, coge el diccionario y busca la palabra "magiares", y lee: "mujeres naturales de Hungría", así que piensa: "vaya, he debido de quedar en ridículo".
Total, que su siguiente viaje es a Portugal, y a su regreso se vuelve a encontrar con su amigo.
- Hombre, me dijeron que te fuiste a Portugal.
- Pues sí, tenía ganas de conocer el país vecino.
- ¿Y cómo es Lisboa?.
- Una ciudad preciosa, su puerto, la zona monumental, en fín te estaría contando maravillas de su monumentos toda la tarde.
- Bueno, ¿y cómo eran las lusas?.
- Eh... hombre, dentro de su entorno, bien.
Al llegar a su casa coge el diccionario para buscar la palabra "lusas": "mujeres naturales de Portugal", y dice: "vaya, he vuelto a hacer el ridículo, pero en la próxima no fallo".
Como siguiente destino se va a Egipto y a su vuelta, se encuentra de nuevo con su amigo.
- ¿Dónde estabas esta vez Cipriano?
- Me fui a Egipto.
- ¿Qué tal las gentes de allí?.
- Amables, pero te intentan sacar el dinero vendiendo baratijas.
- Vaya. ¿Y qué tal las pirámides?.
- Pues me ligué a tres y a dos me las llevé a la cama.
Maruja, ya echábamos de menos tus chascarrillos.
Un beso y espero que hayas descansado.
Un beso y espero que hayas descansado.
