Oh, loco integral, sórdido caldario
de inquinas sin medida, fiel bulario
de aquellos tontos que en su afán dicente
tiran sus propios huesos al osario…
¡La envidia es como un traje fluorescente!
de inquinas sin medida, fiel bulario
de aquellos tontos que en su afán dicente
tiran sus propios huesos al osario…
¡La envidia es como un traje fluorescente!