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HINOJOSA DEL DUQUE: Pos por eso sus voy a contar lo que le pasó a una colodra...

Pos por eso sus voy a contar lo que le pasó a una colodra de antaño; que cualquier día nos pasa a las de ogaño, cuando se fué a servir con una señorita a Córdoba y se dejó a su novio colodro en nuestro Pueblo.
Ella se queria refinar y se fijaba en tó lo que hacia su señorita, así que como era mu alcagueta también alcagueteba lo que la señorita hablaba con su novio, para ella después poderle decirle las lindeces que escuchaba, al de Hinojosa. Un día que la parpuchona de la seño estaba en el sofá con su novio el seño, vió y escuchó que la señorita lloraba y le decía a su nobio Federico..."tú decias que me amabas, poca cosa me amarias" y a ella esa frase le gustó mucho, por eso la repetia una vez y otra vez y otra vez, para decirsela a su propio novio.
Por fín, un día vá a Hinojosa de permiso y cuando fué su novio a la pará del saure pa recibirla y verla... ¡ojo, recibirla y verla, ná más eh! que las colodras decentes, siempre hemos sio mu decentes (ca una...) ¡bueno a lo que ibamos! pués despues de un saludo apretao, apretao, sí pero saludo, se van los dos andando camino de la Corredera y vá ella y le suerta al muchacho... PANCRACIO... ¡Yo sabia que mamabas, poca leche mamarias!