La orden franciscana sentó en este solar el primitivo Convento en 1.589. Siglos después en 1.890, se hizo calgo de él la Orden de los padres Carmelitas, que fundaron el Seminario-colegio y construyeron el complejo educativo y religioso que algunos hemos conocido y que desgraciadamente desapareció en los años setetenta del pasado siglo XX.