Dicen que a una parróquia llegó un nuevo párroco recien salido del seminario.
Era una persona muy buena, muy ferviente y muy animoso, pero... tenía un problema, se expresaba muy mal hablando y peor escribiendo, por eso cada vez que ponía una nota en la puerta de la Iglesia para anunciar a la feligresia algún acto parroquial, lo hacía de la siguiente manera, lo que creaba equívocos a los feligreses.
Era una persona muy buena, muy ferviente y muy animoso, pero... tenía un problema, se expresaba muy mal hablando y peor escribiendo, por eso cada vez que ponía una nota en la puerta de la Iglesia para anunciar a la feligresia algún acto parroquial, lo hacía de la siguiente manera, lo que creaba equívocos a los feligreses.