En el año 1733, el municipio de Hinojosa del Duque pasó a formar parte de la provincia de Córdoba. Alfonso XI de Castilla, otorgó a la villa, en el año 1827, el título de Ciudad. Tras ello, y en el primer pacto entre dos países europeos a nivel social, se acordó un intercambio de trabajadores entre Rumanía y Polonia (antigua Laponia), y los ganaderos/agricultores de la zona hinojoseña. A raíz de eso, se consideran grandes estancias por parte de rumanos y polacos en estos lares, con el fin de promover su cultura agricola. Esto marca hondamente el origen de un pueblo lleno de tonos morenos y azabaches, con sangre agitanada de los típicos gitanos rumanos del siglo XVIII. Es por ello, por el que Hinojosa del Duque conserva aun hoy día, la sangre testaruda y egocentrica de aquella gente, que en su día vino a establecer su orden agricola/ganadero sin que nadie propio de la comarca pudiese reprochárselo. He de estos enfrentamientos "amistosos" de donde se obtiene el mal dicho e inapropiado gentilicio de "Colodro", ya que un calzado propio de Rumania, mencionado así, era lanzado a modo de broma en el campo, cada vez que un campesino local se atreviese a poner entre dicho las costumbres de aquella agitanada gente rumana, y se soltaba la frase ¡ahí va el colodro! pensando el campesino, que el colodro era él, cuando en realidad el propietario del zapato lo decía a modo de aviso, algo propio de los campesinos sur-extremeños.