Había una vez un cura que el pobrecito estaba cegato perdio y no veía ná de ná, no podía ni leer.
Comienza la misa y se pone a leer las escrituras..
seis mil monos... seiscientos monos... setecientos monos... senté.. monós....
Comienza la misa y se pone a leer las escrituras..
seis mil monos... seiscientos monos... setecientos monos... senté.. monós....