Un gorrión que va volando tranquilamente por la carretera, y en esto
pasa una moto muy veloz a su lado y le da un golpe con el casco antes
de que el pobre ave pueda rechazarlo.
El motorista, al notar el golpetazo en su cabeza, se de la vuelta y
tras ver que el gorrión aún respira se compadece y lo lleva a su casa.
Lo mete en una jaula aún inconsciente y le coloca un poco de agua y un
poquito de pan. El buen samaritano se marcha a trabajar y lo deja
allí dormido y a buen recaudo.
El gorrión comienza poco a poco a volver en sí y medio atontado mira a
su alrededor completamente asustado y ve de pronto el pan, ve el agua,
ve que está rodeado de barrotes... y aterrorizado un pensamiento le
cruza por su cabecita.
Se lleva las alas a la cabeza y grita:
¡Cago en la leche que me he cargao al de la moto...!
pasa una moto muy veloz a su lado y le da un golpe con el casco antes
de que el pobre ave pueda rechazarlo.
El motorista, al notar el golpetazo en su cabeza, se de la vuelta y
tras ver que el gorrión aún respira se compadece y lo lleva a su casa.
Lo mete en una jaula aún inconsciente y le coloca un poco de agua y un
poquito de pan. El buen samaritano se marcha a trabajar y lo deja
allí dormido y a buen recaudo.
El gorrión comienza poco a poco a volver en sí y medio atontado mira a
su alrededor completamente asustado y ve de pronto el pan, ve el agua,
ve que está rodeado de barrotes... y aterrorizado un pensamiento le
cruza por su cabecita.
Se lleva las alas a la cabeza y grita:
¡Cago en la leche que me he cargao al de la moto...!