En Hinojosa habia otro aguador que se llamaba Simeón.Simeón llevaba a diario el
agua al
convento, yo como era Mariano al principio de los sesenta, lo recuerdo perfectamente sentado encima de su mula, con el cigarro en la comisura de sus labios, y refunfuñando a todos los chiquillos.¡Que nostalgia!