¿echamos un chistecillo para alegrar la mañana? Pués venga vamos allá...
Don Serafín era un párroco muy paciente y bondadoso que llevaba más de cincuenta años en su
parróquia. En su
Iglesia había un
organo antíquisimo y muy bién conservado por la señorita Matilde, que lo tocaba divinamente y hacía las delicias de los feligreses con su
música celestial.
La señorita Matilde tenía noventa años y al párroco le constaba que en toda su larga vida, ella no había conocido varón; estaba soltera y entera.
Un
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