Son dos
estatuas, un chico y una chica, desnudas, una frente a la otra en medio de una
plaza. En esto que se les aparece Dios:
- Hola chicos, como lleváis 200 anos uno frente al otro sin pestañear? habéis sido buenas estatuas, os voy a conceder un deseo.
Las estatuas contestan al unísono:
Nuestro deseo es ser humanos.
Y Dios contesta:
... (ver texto completo)