Y entonces es cuando con nuestra astucia abrimos la boca cuando empieza a salir el chorrete por el pitorro procurando interceptarlo (si nos nos pondremos como nos puso el cura chorreando).
Y asi bebemos, bebemos hasta saciar nuestra sed, y despues bajamos el porrón o botijo a su posicion original con lo cual dejara automaticamente de funcionar y seguira refrescando el
agua para la siguiente ocasion.