Mari, buenos días.
Al amigo Antonio. como le deis la mano se toma hasta el pie. En el fondo es buena persona y yo le quiero mucho pero mas a Mari Carmen, su mujer, que es una santa.
Los buenos días son para todos.
Oye corderilla, yo sólo me cojo lo que me ofrecen y de momento todo lo que me han ofrecido los colodreros ha sido bueno y no como tú, que cada vez que me invitas a
comer en Aoslos me das pienso del que le pones a tu perra. Eso no se le hace a los
amigos, luego vas poniendo que me quieres mucho, pues vaya cariño que me tienes, leches, teniendo amigos como tú para qué quiero enemigos.