Mari, nosotros tanto al trompo como a la billalda, jugábamos al lado donde está el silo, y las chicas casi siempre estaban cerca de nosotros jugando a la lángara o a un partido robado con una pelota.
Lo de jugar al trompo lo hacíamos de varias maneras, poníamos perras chicas o parras gordas (monedas de 5ctmos ó de 10ctmos, no perras de cuatro patas) y había que sacarlas del círculo con el trompo, y el que más sacaba más ganaba porque se las quedaba. También jugábamos tirando el trompo al círculo y si no salía solo los demás lo sacaban a golpes con el suyo, cosa que en varias ocasiones salía roto que era lo que todos buscábamos, incluso había quién iba al herrero para que le cambiara la punta del trompo de acero afilado para pegar mejor. ... (ver texto completo)
