Cuando la mujeres se reunian en la puerta de casa y se sentaban a coser y repasar los calcetines y los niños jugaban en la calle a las casitas, o las canicas o hacer cositas de lima (arcilla) que tardes aqellas cuantos ratos compartian los vecinos.
La resolana que había frente al Prado de
San Gregorio, siempre me ha dado respeto, pués cuando yo era muy chiquinina mis primos me decían que aquello había sido un
cementerio y me daba un respeto.. allí yo no estaba a gusto. ¿Será verdad? yo creo que me querian asustar.