CORDOBA: MONUMENTOS CIVILES...

MONUMENTOS CIVILES
-El Palacio de Medina-Azahara

Es una ciudad palatina cuyo nombre en árabe Medina al-Zahra significa a “la ciudad de la flor” y está situada a unos 8 km de las afueras de Córdoba en dirección a Sierra Morena.
Los motivos de su construcción fueron políticos como una exaltación del poder del Califa que exigía la fundación de una nueva ciudad para demostrar su superioridad respecto a otros califatos orientales en referencia a los fatimíes de Ifriqiya, oponentes políticos por ser chiíes enemigos de los omeyas.
El conjunto monumental se encuentra situado en las estribaciones de Sierra Morena, en la ladera del Yabal al-Arus “Montaña de la Desposada o Sierra de la Novia” entre dos barrancos frente al valle del Guadalquivir estando considerado como el Versalles de la Edad Media.
Se aprovechó el desnivel del terreno y se construyó la ciudad palatina distribuyéndola en tres terrazas asentadas sobre un trazado rectangular.
En la primera era la zona residencial del Califa seguida por una zona oficial (residencia de los Visires, Cuerpo de guardia, Salón Rico, Administración, jardines etc.) terminado en la ciudad propiamente dicha (viviendas de artesanos, etc.,) y la Mezquita Aljama separadas de las dos terrazas posteriores por una muralla para separarlo del conjunto palatino.
Fue mandado construir por el primer Califa de Al-Ándalus Abd-el-Rahman III al Nasir (891-961) tras la restauración del Califato. Su fundación está relacionada con la favorita del Califa llamada al-Zahra.
La residencia califal se extendía en una amplia área de la terraza superior orientada al norte. En la explanada media se ubicaba la administración y la residencia de altos funcionarios de la Corte siendo la explanada inferior la que estaba destinada a la gente del pueblo y los soldados así como la mezquita, los zocos, los baños y finalmente los jardines públicos.
Los espacios más importantes son los ubicados en la zona oficial destinada a la actividad política y la recepción de los embajadores extranjeros en la Ciudad Palatina y destacan el Salón Occidental y el Salón Oriental con sus correspondientes jardines.
Entre las distintas dependencias, dignas de mención están:

-La Puerta Norte

Está situada en el centro de la muralla septentrional siendo punto de llegada del Camino de los Nogales que era una vía rápida de comunicación de la ciudad de Córdoba en aquel entonces.
Desde la puerta se accede al cuerpo de guardia y a la izquierda había una rampa descendente que conectaba con otras cuatro puertas desde donde se entraba al Alcázar.

-La Casa Militar

Es un edificio de planta basilical con cinco naves longitudinales y una transversal rematadas en sus extremos por otras dependencias constituyendo todo un núcleo jerárquico de tres naves centrales aisladas mediante puertas.
El edificio conserva actualmente su pavimento original de ladrillo.

-El Gran Pórtico

Es la entrada monumental al recinto del Alcázar dando acceso a la zona administrativa y política de la Ciudad Palatina.
La fachada dispone de un conjunto de arcos escarzanos excepto el central que es de herradura, con decoraciones consistente en un enlucido blanco con dovelas de ladrillo y piedra.

-El Salón Rico

Es el conocido como Salón Oriental o Salón Rico siendo la pieza más monumental de todo el conjunto arqueológico por su calidad artística así como por su importancia histórica.
Era el eje central del recinto palaciego siendo el salón de las grandes ceremonias paulatinas, fiestas, recepción de embajadores, salón del trono y por sus características constructivas y la suntuosidad y la riqueza de la decoración se utiliza el apelativo de “Salón Rico”.
Al-Maqqari en el texto “Nafh al-Tib” hace una descripción según la versión del historiador Sánchez Albornoz:

Era del salón llamado de los califas, cuyo tejado era de oro y de bloques de mármol de diversos colores, transparentes y cuyas paredes utilizaban los mismos materiales.
Según otros testimonios en el centro desde salón encima de una fuente estaba la perla ofrecida por Abd-el-Rahman III junto con otros objetos valiosos al Emperador de Bizancio León VII.
En el centro del salón había un gran pilón lleno de mercurio. Al salón se accedía a través de ocho puertas adornadas con oro y ébano que descansaban sobre pilares de mármoles diversos y cristal transparente. Cuando el sol atravesaba en la sala a través de las puertas y se reflejaba en las paredes y techo tenía una fuerza tan poderosa que cegaba a los visitantes.
Disponía de un mecanismo que cuando se activaba ponía en movimiento el mercurio e inmediatamente parecía que toda la sala estaba atravesada por rayos de luz que daba la sensación de que la sala estaba en continuo movimiento o que giraba alrededor de un poste como si siguiera el movimiento del Sol.

-La Mezquita Aljama

Fue una de las primeras edificaciones construidas en Medinat al-Zahra. Fue la mezquita principal donde el soberano como un miembro más de la comunidad musulmana dirigía la oración del viernes.
El edificio tenía un patio porticado en tres de sus lados y una sala de oración de cinco naves longitudinales separadas por arquerías perpendiculares al lugar de localización de la “quibla” que a diferencia de la Mezquita de Córdoba estaba bien orientada hacia La Meca.
El espacio de la “maqsura” estaba reservado para uso exclusivo del Califa y estaba pavimentada con losetas de barro cocido cubiertas y el resto del oratorio en suelo de tierra y estaba cubierto con esteras.
El “alminar” o torre donde se llamaba a la oración era de planta cuadrada en el exterior y octogonal en el interior estando localizado junto a la puerta norte de acceso al patio porticado.

-La Casa de la Alberca

También conocida como “vivienda de la Alberca” se encuentra situada al oeste de la llamada “Casa de Yafar” y fue la residencia del príncipe Al-Hakam II, hijo de Abd-el-RahmanIII quien sucedería a su padre tras su muerte como Califa y Príncipe de los creyentes en el año 961.
Consta de una planta entorno al jardín centralizado con alberca constituyendo un espacio íntimo dentro del conjunto monumental de la Ciudad Palatina.

-La Casa de Yafar

Esta construcción es así conocida y recibe el nombre por Yafar ibn Abd-el-Rahman, quien fuese primer ministro o “hayib” en el año 961.
No obstante, no hay certeza absoluta de que este personaje citado ocupase este lugar pero el espacio estaba ocupado por tres naves longitudinales comunicadas por puertas rematadas por arcos de herradura así como una nave transversal abierta al patio terminada con un baño contiguo.
En las características constructivas del edificio se uso gruesas losas de mármol blanco en su interior y en su exterior en el patio se utilizaron piedras calizas decoradas de ataurique en la fachada con temática vegetal y geométrica, todo ordenado en un conjunto armónico de singular belleza.

-La Casa Real

Estaba ubicada en el punto más elevado del Alcázar y era propiamente dicha la residencia privada del Califa Abd-el-Rahman III.
La vivienda ocupaba una plataforma cortada de la roca donde se distribuyeron una terraza delantera y tres crujías paralelas de dependencias extendidas a lo ancho rematadas en los extremos por alcobas decoradas con atauriques.
La Casa Real no estaba adosada a la plataforma superior sino que estaba separada por un amplio corredor de servicios que atravesaba el conjunto monumental.
La edificación está diseñada de tal forma que las fachadas de las habitaciones principales así como las portadas interiores estaban decoradas por atauriques labrados en placas de piedra adheridas a los muros.
Es destacada la riqueza de su ornamentación habitual en los pavimentos de ladrillo de las distintas estancias, algunas lisas y otras con un tratamiento decorativo de incrustaciones de piedra caliza blanca, con formas geométricas y motivos vegetales.
La Ciudad Palatina disponía desde su fundación de una red viaria propia e independiente desde diferentes puntos siendo éstas: Un camino directo desde Córdoba a Medina al-Zahra, también conocido como “Camino de las Almunias” que estaba comunicado con el “Camino de Sevilla”, con el “Camino de Córdoba-Badajoz” y con otras rutas de las Coras (Mérida, Toledo y Zaragoza) sin pasar por Córdoba a través del “Camino de los Nogales”.
Transcurridos menos de cien años la Ciudad Palatina de Medina al-Zahra quedó reducida a las ruinas siendo destruida y saqueada en el 1010 como consecuencia de la guerra civil que acabó con el Califato de Córdoba.
Tras su destrucción en los siglos sucesivos sirvió de cantera artificial para construcción de otras edificaciones posteriores en la ciudad de Córdoba cayendo en el olvido más absoluto.
Igual suerte corrió el Palacio de Medina al-Zahira, construida por Almanzor en el periodo (979-927), saqueada y destruida en el 1009 aunque actualmente sólo se conservan unos vestigios.