CORDOBA: CORDOBA- (CAPITULO 10ª)...

CORDOBA- (CAPITULO 10ª)

c) Pesas y medidas y normas de control en la venta de mercancías en el Zoco.

-Las pesas serían de cristal o de hierro, bien fabricadas y controladas con el contraste del “alamín”.
-Las pesas de arrate usadas por los comerciantes y las pequeñas de todas las balanzas de la Medina, estaban sujetas a comprobación dos o tres veces al año.
-Las medidas de capacidad para medir la leche y del aceite eran el “azumbre”, no utilizando las mismas medidas para ambos líquidos.
-Las medidas de los cereales (trigo, cebada etc.,) se realizaban por los esportilleros que transportan la mercancía y no cobraban en trigo sino que se les daba un tanto por cada “cahiz” y no tenían salario fijo.
-El que lo mide cobrará un octavo de “dirham” por cada “cahiz” que mide.
-Se prohibía a los almacenistas de trigo, subir los precios siendo necesario que el “almotacén” como autoridad de los Zocos permitiera la alteración del citado precio actuando por el bien común de la comunidad musulmana.
-La venta de leche y agua las realizaban personas autorizadas por su honestidad e integridad moral para evitar las prácticas inmorales de mezclarla con agua en detrimento de la comunidad musulmana. Las medidas para la leche deberán ser de barro vidriado o de madera pero no de cobre para evitar el oxido o cardenillo, perjudicial para la salud de la comunidad musulmana.
-La venta de higos estaba prohibida en comercializarlos en paquetes atados para evitar juntar los buenos con los malos y venderlos al mismo precio, defraudando a los consumidores. Solamente se permitía, el vender esta mercancía con la aprobación del comprador y si estaban mezclados por tamaño, cada clase debía tener diferentes precios.
-La venta de fruta estaba regulada de tal forma, que no se permitía que el frutero sostuviera la balanza con las manos con el peso de la mercancía y debía estar colgada.
-La venta de aves de corral y de caza, (conejos, perdices etc.,) sólo se les permitía venderlas con la rabadilla desplumada para distinguir las pasadas y las echadas a perder de las recientes o frescas. Los conejos deberían venderse despellejados para evitar que el pellejo les produjera la putrefacción y la pérdida de la mercancía.
-La venta del pan se realizaba al peso y se inspeccionaba la miga y su cochura porque a veces se producían fraudes utilizando harinas de mala calidad y en el exterior de la mercancía se disfrazaba con una capa de harina buena.
-Los alfareros y vidrieros tenían la prohibición de fabricar copas para el vino y cuyo uso estaba proscrito en “Alcorán”.

Julio Reyes Al-Mayriti