La verdad ha sido que siempre ha estado Córdoba en mi pensamiento. Y, habiendo sido amigo y compañero de Colegio de uno de los Alcaldes cordobeses, Antonio Alarcón Constant, me sorprendió las sucesiva Alcaldia del comunista Antonio Anguita. No me parecia posible que la mayoria democrática cordobesa fuese tan radicalmente izquierdista. Y lo curioso fué que, según las referencias que a mi llegaban, el Alcalde lo hacia muy bien. Esto me lo confirmó mi amigo Alarcón, que fué su inmediato predecesor y compartió con él las tareas de relevo en el gobierno de la Ciudad. Mas tarde vino Rosa Aguilar, otra comunista eficaz regente de la mágica Capital. Hasta que, al fin, en las últimas elecciones municipales, el signo ha cambiado: ahora tenemos un Alcalde del partido Popular. ¡Ojalá siga en la misma línea de eficacia que los alcaldes comunistas......! Espero y deseo que en las elecciones autonómicas-que deberian coincidir con las generales, como era tradicional-gane el Partido Popular con mayoria absoluta, volviendo Córdoba a su esencia intima conservadora y, al propio tiempo, moderna.... Porque Córdoba roja, no me pegaba, francamente, a mi que pasé los tres años de guerra en la capital...... Saludos cordiales.-
