El primer alminar fue modificado para convertirlo en un
campanario, pero el tiempo, los terremotos y las fuertes
tormentas lo dañaron y en el año 1593 se decide realizar una obra de mayor envergadura, una nueva
torre que aproveche algunas estructuras de la antigua de época musulmana. Y así quedó la torre con la fisionomía que podemos apreciar hoy en día la cual alberga en su interior vestigios del alminar musulmán como por ejemplo parte de los
arcos que en su día fueron algunas de las
ventanas que lucía.