CONQUISTA: Edmundo, ¡eres un crack!

Hola a todos, ¡Feliz año y felices Reyes!
Empiezo por pedir mil perdones a todo el mundo, creo que el pecado de mi abandono foreril implica pediros indulgencia, así pues os la demando y a la vez manifiesto “propósito de enmienda”, prometo pues que así será en lo sucesivo y, en prueba de que me he de portar como un “niño bueno”, aquí os mando una copia de mi carta a los Reyes Magos de Oriente.

CARTA A LOS REYES MAGOS DE ORIENTE
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Estamos en el transcurrir de la noche mágica de SS. MM., es la noche en que “magia y fantasía” todo lo pueden, es noche de impaciencia, nervios, desvelos e insomnios, ¡tantos…, que hasta un republicano! -como el que esto suscribe, que en estos momentos se halla insomne-, creyéndose también merecedor de los regalos de esta noche, al haberse (según su propio criterio) comportado bien y haber sido bueno, osa dirigirles esta carta - vía de valija electrónica- a uno de sus palacios, al que tienen en VLADIWOSTOCK y demandarles, más que recordarles, los regalos que en premio a su comportamiento supone merece. La carta en cuestión es como sigue:

SS. MM. de ORIENTE:

Esta tarde/noche me he cruzado con SS. MM., pasaron de largo ante mis ojos, en lo que llaman cabalgata, sin hacerme maldito caso, pese a transmutarme (tan solo unos minutos) en infante de las Escuelas Cristianas –por aquello de guardar las formas-, pero los lacayos, a los que SS. MM. llaman pajes, que también son cómplices del Gran Engaño (GE), han impedido de forma torticera y policíaca que yo les leyera mi emocionada carta de petición, a la que tengo derecho, por haber sido niño en la época de las “cartillas de racionamiento”, de los economatos de la fenecida SMMP y de RENFE, época en la que SS. MM. nos tenían muy condicionados y coaccionados, al primer indicio de insumisión infantil, nos echaban carbón –probablemente de las minerías Peñarriblense o Puertollanense, las más cercanas a nuestros lares, pero igualmente tan represaliadas como la Asturiana y el resto de la nacional-. Para suavizar el impacto emocional de esta carbón, solían acompañarlo de alguna ropa de invierno que enseguida se “entomataba”, sobre todo los calcetines de Tarrasa y Sabadell. Mientras, que SS. MM., con los niños cuyas familias eran de más alto nivel adquisitivo, los niños “ricos” (que así les llamábamos), se comportaban de forma diferente, solían ser más generosos, les dispensaban en buena parte sus arrebatos, sus insumisiones y sus rabietas, luego les dejaban Mecanos, Arquitecturas, Futbolines, Trenes eléctricos Payá, bicicletas, etc, etc.

¡Y claro!, con este palpable y real proceder –nunca mejor dicho- de SS. MM., ya me empecé a oler el truquillo, descubrí precozmente el que SS. MM. ni existían, ni existirían jamás, ¡vamos, que eran entes inventados!, tanto como cuanto Cortázar inventaba cronopios, famas esperanzadas y otros telúricos seres.

En fin, ya poco me queda por esperar, así que ante estos eventos y dado que la diana del GE (Gran Engaño) son los niños, pues ahí se las den todas a SS. MM., aunque una lucecita….

P/D: De todos modos no pasen pena, –como se dice por acá, por esta tierra donde resido, por esta isla de brumas cenitales-, que previendo un intento probablemente frustrado, me he adelantado y ya he dispuesto de todos los calzados varios que tengo en casa, los he situado delante de las estanterías de mi biblioteca, donde junto a mis libros, recibirán el cargamento de nuevo volúmenes y demás regalitos, que comprados todos con “mi dinerito”, me compensaran del “frustre” que me hubiera supuesto volver a entregarles mi inocencia y confiar en SS. MM.

¡Y a verlas venir, que arrieritos semos….!

Fdo: El jubilado niño “Edmundito”.

En Palma de Mallorca, Enero de 2011

Dirigido al Palacio de Oriente de Vladiwostock, por los procedimientos cuasi mágicos informáticos.

Edmundo, ¡eres un crack!


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