Recuerdo a Aurelia, apoyada en el mostrador del
comercio, haciendo los crucigramas del "ABC", con una rapidez que nunca he visto en mi vida. Yo en aquella época ya era un moderno: Leía el "
Pueblo", que puntualmente me dejaba "Perico el Cartero", otro "crack" conquisteño.
El Fuentecero.