Grácias por recibir a los forasteros, aunque yo no sienta que lo soy, pero a veces se ha hecho algún comentario sobre la gente que va al
pueblo y digamos que no era de mucho agrado.
Se llena el pueblo de alegría cuando llega el
verano y empieza el baiven de forasteros todos ellos a ver a sus
familias , se asoma la vecina de al lado la de enfrente la de mas para bajo.
Y con más alegría si cave hacemos el
camino todos aquellos que vamos.
La distancia se hace corta y los kilometros se hacen metros
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