Gracias a Alvaro Domecq este espectaculo no se ha perdido, su entrega y generosidad con las cosas de Jerez ha sido siempre enorme, igual que su padre que bien se merece tener un buen monumento.
A la derecha del contenedor verde sale la calle que te lleva al barrio antiguo.El museo arqueologico está en la plaza del mercado. Si sigues la calle que sale a sus espaldas irás a la calle Francos y ya estás otra vez en el centro.
Como sigan así de mal van a tener que celebrar el descenso.
Cuando vuelvas a Jerez no te pierdas este espectaculo de como bailan los caballos, merece la pena. En la foto parece que están puestos en un espejo, pero no lo hacen así.
Sólo falta la fómula y.
Este plano parece una radiografía de la piel de un cocodrilo.
No, porque se lo bebe que aquí el vino no se equivoca con el agua.