CADIZ: HISTORIA DE CADIZ...

HISTORIA DE CADIZ
El Comité pública en el Boletín Oficial de la Provincia sus primeros acuerdos:
Entre estos, los más significativos son:
-Disuelve la Diputación Provincial, cesando a todos los empleados.
-Prohíbe la enseñanza religiosa en las escuelas públicas y enseñanzas oficiales, sustituyéndola por la moral natural.
-Decide abolir las asociaciones con base al celibato, incluyendo los conventos religiosos e incautándose de los edificios.
-Seculariza los cementerios haciendo desaparecer las capillas existentes.
-Suprime la lotería.
-Incauta a todos los bienes del Estado.
-Se suprime el uso del Papel Sellado.
-Se declara separada la Iglesia del Estado, prohibiendo todo signo de cultos externo.
-Establecer las retribuciones de los Voluntarios de la República, suprime las quintas y las matrículas del mar, terminando con el servicio militar obligatorio.
Todas estas medidas tuvieron poco eco en la sociedad gaditana.
Conocidos los enfrentamientos en San Fernando, unos 30.000 gaditanos abandonaron la ciudad dirigiéndose al Puerto de Santa María. Al estar cerca de la ciudad, las tropas del ejército de Jerez que no apoyaban el movimiento cantonal muchos gaditanos volvieron a Cádiz.
El Ayuntamiento cierra dieciocho lugares de culto entre sagrarios, conventos y capillas y sólo quedaron abiertas cuatro parroquias.
Se le unen al Cantón de Cádiz algunas localidades como Puerto Real, La Línea de la Concepción, y Vejez de la Frontera pero las más importantes no lo hacen y así como Algeciras se constituye como centro independiente, Jerez intenta adherirse al movimiento pero la intervención del Ejército, Guardia Civil y los Carabineros lo impiden.
Ante el temor de que la población abandone la ciudad y evitar que tenga conocimiento de lo que está pasando, el Comité prohíbe la salida de la ciudad de toda clase de efectos y queda prohibida la libertad de imprenta.
Los buques de guerra extranjeros se congregan en el puerto de Cádiz para ayudar a sus nacionales.
Las escaramuzas entre Voluntarios y las tropas de la Marina en San Fernando pasan a convertirse en guerra abierta.
Al proclamarse el Cantón Gaditano y apoyar al movimiento San Fernando, el Comité de Salud Pública de la Isla se prepara para un enfrentamiento armado.
El alcalde Salvoechea al Capitán General para que se une al movimiento cantonal pero este rechazo la propuesta contestando en todas las repúblicas lo que toda las repúblicas federadas, la Armada depende del poder central
Las hostilidades comienzan por la noche del 19 intercambiando disparos entre Voluntarios e Infantes de Marina.
Tras una serie de escaramuzas entre ambos bandos e intentar una mediación a través del Cónsul de los Estados Unidos y el fracaso de las negociaciones, el día 30 de julio las tropas del general Pavía ocupan Sevilla y se dirigen a marchas forzadas a San Fernando y a Cádiz llegando hasta la las ocupan Sevilla y se dirigen a marchas forzadas a San Fernando, llegando las avanzadillas a Puerto Real el 2 de agosto y los voluntarios se retiran de San Fernando para hacerse fuertes en Cádiz. Las tropas de marina ocupan San Fernando y desarman a los voluntarios que quedan.
El 3 de agosto, el Comité Gaditano anuncia la resistencia ultranza.
Miles de gaditanos huyen y la fragata Villa de Madrid cantonalista es tomada por una fuerza de los buques de guerra extranjeros y los sargentos del Cuerpo de Artillería del ejército hasta ahora cantonales, ocupan en nombre del gobierno central los puntos estratégicos de la ciudad y tras un breve tiroteo del Palacio de la Aduana disolviendo el Comité.
LosconsulesextranjerosdeFranci a, Inglaterra, Prusia, Suecia, Italia y Portugal se hacen cargo de la ciudad a la espera de la llegada de las tropas gubernamentales, llegando primero las tropas de la Marina y después las tropas del general Pavía.
El resultado de la revuelta cantonal de Cádiz fue de tres muertos y cuatro heridos graves en las filas de la Armada y diez muertos y un centenar de heridos por los cantonales.
El 29 de diciembre del 1874, el general Martínez Campos se pronuncia en Sagunto favor de la restauración de la monarquía borbónica en la persona de Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II. El gobierno de Sagasta no se opone a este pronunciamiento, permitiendo la restauración borbónica.