Durante la Guerra de las Comunidades de Castilla,
Cádiz se mantuvo leal a Carlos I, a pesar de que llegaron a existir ciertos alborotos que, sin embargo, no tuvieron nada que ver con los comuneros. Envió sus diputados a la liga anticomunera de La
Rambla, y en caso de que tuviese la provincia andaluza que enfrentarse militarmente a los comuneros, se acordó que aportaría 100 infantes al contingente.