Pero según parece ser, a pesar del apoyo y lealtad a César, tras la batalla de Munda, este se dirige al templo de Hércules para expropiar sus tesoros. Además, Estrabón nos cuenta como César abolió algunas
costumbres gaditanas autóctonas por considerarlas bárbaras, como la supresión de los sacrificios humanos del templo de Moloch y el cambio al culto de Crono. El posterior templo de Crono, según la
tradición clásica, se encontraba donde actualmente está el
Castillo de
San Sebastián, situado en uno de los extremos de La Caleta sobre un pequeño islote.