Gadir seguía el viejo patrón de los asentamientos fenicios, para los que se buscaban lugares que reunieran unas condiciones de defensa relativamente fácil: islas cercanas a la costa (como la propia Tiro), promontorios rodeados de un entorno acuático (como la poderosa colonia tiria de Cartago), penínsulas, lugares elevados en el interior pero cerca de la costa (como la Asido fenicia, hoy Medina Sidonia, en la provincia de
Cádiz), o pequeños conjuntos de islas muy próximas entre sí y estratégicamente situadas en relación con la tierra firme, con acceso inmediato a
ríos navegables por pequeñas
embarcaciones. Gadir, próxima a ríos como el Guadalete o el Iro, seguía este último modelo.