Se publicó en La Crónica Meridional el viernes 8 de mayo de 1903:"Minas de oro en Almería. Junto a Cabo de Gata en el paraje de Rodalquilar, viene siendo, hace años, objeto de rebuscas y ensayos, un cuarzo que en forma de filón aflora a la superficie y que contiene oro nativo. lo único positivo que hasta la fecha hemos conocido acerca del hecho citado, es que comprado el cuarzo por la Compañía Metalúrgica de Mazarrón, ha obtenido las barras de plomo con ocho gramos de oro. De una remesa de las citadas barras, se han extraído en Francfort por la desaurificación 7 kilogramos de oro, que ha pagado a la Metalúrgica al precio del oro en barras, con descuento de 15 por 100. Ampliando nuestra información, venimos a obtener el precio del oro contenido en el plomo, sabiendo que el mínimo que se paga es dos gramos por barra; y que el tanto por ciento de descuento por desaurificación, es siempre inversamente proporcional al oro contenido. Creemos que con las muestras dadas ahora por el cuarzo que en Rodalquilar se encuentra, bien merece aquel paraje se le haga objeto de serias investigaciones."
Aclaraciones a mensajes anteriores de registros mineros publicados en prensa histórica: Antecedentes: Ley de Minas de 1825, Ley de Minas de 1849, Ley de Minas de 1859. Por R. O. de 17 de junio de 1838 era obligatorio publicar en el Boletín oficial de la provincia respectiva toda denuncia y adjudicación de pertenencia de minas. Entonces resultaba tedioso y complejo el proceso de denuncia minera, pudiendo sobrepasar el año de tramitaciones. Entonces los pasos que había que acometer eran varios: 1) Registro: inscribir en una oficina de la Administración los datos relativos a la denuncia; 2) Admisión: se debía de confirmar la existencia real del mineral registrado en las labores preliminares efectuadas; 3) Designación: señalar o destinar a alguien para su posterior demarcación; 4) Demarcación: acto de señalar los límites o confines de la concesión minera; 5) Remisión; y 6) Posesión.
Pertenencia minera según artículo 14 de la Ley de Minas de 1859:" La pertenencia de mina es un sólido de base rectangular de 250 metros de largo por 160 de ancho, medisos horizontalmente al rumbo que designe el interesado, y de una profundidad vertical indefinida, sin comprender la superficie cultivable"."Artº 19. Las pertenencias mineras pueden concederse con dos objetos: para trabajos de exploración por medio de pozos o galerías en busca de criadreos minerales, y se llamarán de investigación; o para labores sobre criadero mineral descubierto, y que se denominarán registros."
La unidad de medida era la pertenencia, que consistía en un paralologramo cuyas dimensiones fueron variando a lo largo del tiempo según fueron promulgadas las diferentes leyes de minas, no pudiéndose denunciar nada que no fuera múltiplo entero de la misma. En la ley de minas de 1825 las medidas del rectángulo eran de 167.18 metros por 83.59 metros. En la Ley de 1879 la cuadrícula minera será un cuadrado de 100 metros de lado. En la actual ley minera de 1973 la cuadrícula minera es un rectángulo de 450 metros por 630 metros. El número de pertenencias que se podía solicitar era ilimitado, pero bajo condición de que formasen en su conjunto un perímetro cerrado. Cuando la superficie de la denuncia era muy extensa solía contener concesiones vigentes dentro del perímetro solicitado. Si éste no se podía cerrar con cuadrículas, el permiso o la concesiónse fragmentaba en fracciones, que se numeraban con la cifra del expediente correspondiente, y se les agregaba bis, ter, etc., según el número resultante. Las cosas cambiaron con la Ley de 1973, definiéndose la cuadrícula minera como: porción de subsuelo con profundidad ilimitada que se dispone entre dos meridianos y dos paraleos distanciados 20 segundos. Sus dimensiones son, aproximadamente, de 450 metros por 630 metros, configurando una superficie de casi 28 hectáreas y media.Ésta es la unidad mínima de terreno que se puede obtener. Si se desea más de una cuadrícula, se distribuye en perímetros cerrados. Los vértices se definen correlativamente en sentido horario o contrario, pero no salteados. Esta nueva disposición hace que el trabajo de demarcación se simplifique notablemente, además de comprobar de forma casi instantánea si la zona a denunciar es franca y registrable.
Leyes posteriores de minas: 1879, Ley de Minas de 1973 y Reglamento Minero de 1978. Fuente: Los registros mineros. L. M. Rodríguez terente, C. Luque Cabal y M. Gutiérrez Claverol.
Aclaraciones a mensajes anteriores de registros mineros publicados en prensa histórica: Antecedentes: Ley de Minas de 1825, Ley de Minas de 1849, Ley de Minas de 1859. Por R. O. de 17 de junio de 1838 era obligatorio publicar en el Boletín oficial de la provincia respectiva toda denuncia y adjudicación de pertenencia de minas. Entonces resultaba tedioso y complejo el proceso de denuncia minera, pudiendo sobrepasar el año de tramitaciones. Entonces los pasos que había que acometer eran varios: 1) Registro: inscribir en una oficina de la Administración los datos relativos a la denuncia; 2) Admisión: se debía de confirmar la existencia real del mineral registrado en las labores preliminares efectuadas; 3) Designación: señalar o destinar a alguien para su posterior demarcación; 4) Demarcación: acto de señalar los límites o confines de la concesión minera; 5) Remisión; y 6) Posesión.
Pertenencia minera según artículo 14 de la Ley de Minas de 1859:" La pertenencia de mina es un sólido de base rectangular de 250 metros de largo por 160 de ancho, medisos horizontalmente al rumbo que designe el interesado, y de una profundidad vertical indefinida, sin comprender la superficie cultivable"."Artº 19. Las pertenencias mineras pueden concederse con dos objetos: para trabajos de exploración por medio de pozos o galerías en busca de criadreos minerales, y se llamarán de investigación; o para labores sobre criadero mineral descubierto, y que se denominarán registros."
La unidad de medida era la pertenencia, que consistía en un paralologramo cuyas dimensiones fueron variando a lo largo del tiempo según fueron promulgadas las diferentes leyes de minas, no pudiéndose denunciar nada que no fuera múltiplo entero de la misma. En la ley de minas de 1825 las medidas del rectángulo eran de 167.18 metros por 83.59 metros. En la Ley de 1879 la cuadrícula minera será un cuadrado de 100 metros de lado. En la actual ley minera de 1973 la cuadrícula minera es un rectángulo de 450 metros por 630 metros. El número de pertenencias que se podía solicitar era ilimitado, pero bajo condición de que formasen en su conjunto un perímetro cerrado. Cuando la superficie de la denuncia era muy extensa solía contener concesiones vigentes dentro del perímetro solicitado. Si éste no se podía cerrar con cuadrículas, el permiso o la concesiónse fragmentaba en fracciones, que se numeraban con la cifra del expediente correspondiente, y se les agregaba bis, ter, etc., según el número resultante. Las cosas cambiaron con la Ley de 1973, definiéndose la cuadrícula minera como: porción de subsuelo con profundidad ilimitada que se dispone entre dos meridianos y dos paraleos distanciados 20 segundos. Sus dimensiones son, aproximadamente, de 450 metros por 630 metros, configurando una superficie de casi 28 hectáreas y media.Ésta es la unidad mínima de terreno que se puede obtener. Si se desea más de una cuadrícula, se distribuye en perímetros cerrados. Los vértices se definen correlativamente en sentido horario o contrario, pero no salteados. Esta nueva disposición hace que el trabajo de demarcación se simplifique notablemente, además de comprobar de forma casi instantánea si la zona a denunciar es franca y registrable.
Leyes posteriores de minas: 1879, Ley de Minas de 1973 y Reglamento Minero de 1978. Fuente: Los registros mineros. L. M. Rodríguez terente, C. Luque Cabal y M. Gutiérrez Claverol.
Se publicó en La Crónica Meridional el sábado 16 de septiembre de 1905:"Boletín Oficial. Extracto del día 14. Por D. Francisco Martínez se ha solicitado la propiedad de 28 pertenencias mineras, con el nombre de "San Alfonso", de mineral de hierro, paraje Barranco del Tostón, término de Níjar, por D. Camilo Gisbert Buendía, 12 ídem, nominadas "Atascado", de igual mineral, paraje Campillo de Rodalquilar, término de Níjar, y por el mismo 20 ídem, con el nombre de "Mi Pesadilla" de igual mineral, paraje Campillo de Rodalquilar, término de Níjar."
Anuncio: "Balneario de Sierra-Alhamilla.-Almería. Aguas bicarbonatadas, magnesianas, ligeramente ferraginosas. Temperatura: 37º. Temporada oficial: Desde 1º de septiembre a 31 de octubre. Estas aguas están indicadas en el reumatismo en todas sus formas y manifestaciones, en la gota, litiasis úrica, anquilosis, fracturas, osteitis y periostitis, en neurosis, como el histerismo, corea o mal de San Vito, etc, etc., en la parálisis de causa central y periféricas, y por último, en las afecciones de la piel en que predomina el elemento picor, en las cloroanemias, amenorrea y piamenorrea, sífilis constitucional y todos aquellos casos en que necesitamos la eficacia de sus agentes mineralizadores con los auxilios de su graduada hipertermalidad. Médico director habilitado por oposición: Doctor Tena y Sicilia, Secretario de la Revista Médico-Hidrológica Española, médico de la "Cuna de Jesús y de los cuerpos de seguridad y vigilancia de Madrid. Reside en el establecimiento. Hay fonda en el Balneario."
Anuncio: "Balneario de Sierra-Alhamilla.-Almería. Aguas bicarbonatadas, magnesianas, ligeramente ferraginosas. Temperatura: 37º. Temporada oficial: Desde 1º de septiembre a 31 de octubre. Estas aguas están indicadas en el reumatismo en todas sus formas y manifestaciones, en la gota, litiasis úrica, anquilosis, fracturas, osteitis y periostitis, en neurosis, como el histerismo, corea o mal de San Vito, etc, etc., en la parálisis de causa central y periféricas, y por último, en las afecciones de la piel en que predomina el elemento picor, en las cloroanemias, amenorrea y piamenorrea, sífilis constitucional y todos aquellos casos en que necesitamos la eficacia de sus agentes mineralizadores con los auxilios de su graduada hipertermalidad. Médico director habilitado por oposición: Doctor Tena y Sicilia, Secretario de la Revista Médico-Hidrológica Española, médico de la "Cuna de Jesús y de los cuerpos de seguridad y vigilancia de Madrid. Reside en el establecimiento. Hay fonda en el Balneario."
Se publicó en el Diario de Almería el viernes 13 de abril de 1917:"Estudios mineros. Muy en breve llegarán a nuestra capital, con objeto de visitar las minas de oro de Rodalquilar, los alumnos de la Escuela de Ingenieros de Minas, quienes acompañará el profesor de dicho Centro, don Pablo Fábregas. El viaje de prácticas, lo dedican con preferencia a visitar esta zona que está llamada a proporcionar múltiples beneficios, en cuanto se normalicen las circunstancias actuales. A su debido tiempo procuraremos informar a nuestros lectores el resultado de esta visita."
Se publicó en el Diario de Almería el domingo 10 de junio de 1917:"En el país de Colombine. A la gentil señorita Carmen de Burgos Seguí. Los seres privilegiados que han logrado dejar de su paso por el mundo una estela luminosa, llenando con las flores de su inspiración el árido y breve surco de la vida, los poestas, los escritores sobre todo, tienen el raro don de idealizar su patria rodeando de un nimbo de prestigio y de poesía, los lugares donde han nacido, los países donde han soñado y los sitios y parajes que nos han descrito con las galas primorosas de su estilo. Así, por ejemplo, Guadix recuerda a Alarcón y entre los chopos y olivares que rodean los viejos muros de la ciudad morisca, parece que se oye la voz de la hija del Cielo cantando el tinal de Norma... Granada con su vega incomparable, evoca a Martínez de la Rosa, saludándola extasiado a la vuelta del destierro... En la Alhambra, los gnomos invisibles del maravilloso bosque nazarita, parece que recitan versos de Zorrilla... No es posible presenciar un amanecer manchego sin evocar a Cervantes y la famosa salida del infeliz quijano... y cuando se cruza el Languedoc y la Provenza, una añoranza melancólica os hará evocar a Clemencia Franra fundando las Cortes de amor, y antetodo y sobretodo, sufriréis, obsesionante, la evocación de Mistral el último trovador...
¿Qué mucho, pues, que paseando un día por la campiña de Rodalquilar, sufriese yo el hechizo de una gracil silueta y acudiese a mis labios un nombre...? Se puede ver Rodalquilar sin pensar en Colombine...?
Porque Carmen de Burgos Seguí, si no ha nacido en Rodalquilar precisamente, por lo menos ha pasado allí los años más bellos de la vida. En Rodalquilar radican los cuantiosos bienes de sus antepasados y en Rodalquilar de donde salió hace mucho tiempo y donde quizás no volverá ya más, aún la recuerdan y la llaman familiar y cariñosamente Carmencita.
Allí, entre aquellas huertas que fertilizan las mismas norias árabes se desarrolla la acción de los inadaptados que más que una novela parece una historia.
Como Fernán Caballero, como el insigne Pereda, como la dulce Rosalía de Castro, Colombine dando una prueba de amor al terruño, ha cantado la belleza de estas montañas desnudas y bizarras que el sol meridional reviste compasivo con las suaves tonalidades de un azul de ensueño, y la bravura del inmenso acantilado que desde Mesa Roldán hasta la punta del Cabo de Gata festonea el mar con el encaje primoroso de un calar rumorosas... Ella ha llevado a la letra de molde nombres de lugares y de casríos, y los usos y costumbres de la gente costareña, fustigando sin piedad su atraso, su incultura, la rara idiosincrasia de estos moradores, inadaptables más que inadaptados, como si por sus venas corriese aún en toda su pureza, indómita y bravía la sangre bereber...
Aspirando la dulzura de una paz de égloga que parecía emerger de toda la campiña envuelta como en una gasa turbia a la hora siempre bella de un atardecer, contemplando la graciosa ruina del Castillo, que como una sombra feudal, como una estalactita de la historia, aún se yergue altanero en el centro del paisaje, recordando su leyenda que allí flota entre los nidos de las golondrinas yo me he figurado a Colombine, hecha una niña burguesa abriéndose a la vida como se abren las palmas de estos palmares al beso ardiente del sol.
Ordeñando, antojadiza, con sus manos inexpertas una arisca cabra blanca, jugueteando por los barrancos umbríos en busca de los golosos palmitos, mariscando sobre las lastras resbaladizas de estas calas silenciosas, formando en las romerías en que los novios van a la grupa en yeguas soberbias vistosamente enjaezas, siguiendo con la mirada el lascivo contoneo de los bailes garbosos a la luz de los candiles, al compás de la guitarra, que suena quejumbrosa como el lamento de una bella esclava y la copla campesina que sale de la garganta del mozo vigoroso y vibra en el espacio, apasionada y pálida, como el arrullo de los palomos en celo.
Lo he visto, en fin, templando su alma aventurera, modelando su exquisitez en la bravura de estos aires impregnados de ese opio sutil que el Mediterráneo aporta del lejano oriente y que más tarde había de verter en revistas, en periódicos, en libros amenos, su pluma bohemia...
Un día, la señorita burguesa nos embellecía estos lugares, se cansó de oír balar los hermosos corderos de Montana, sedienta de impresiones y paisajes ideales, dejó Rodalquilar y la tierra del me viene, y como una gaviota voló por otras patrias y otros cielos, llegando en un vuelo audaz a la cúspide gloriosa de ese palacio broncineo y sonoro que en medio del Universo entre el cielo la tierra y el mar quiso la Fama, plugo a la viosa edificar su templo según aegura el poeta romano Obielio... y allí este...
A rodalquilar son muchos los viajeros que hoy acuden con la ilusión del oro... yo fui allí solo con el oro viejo de mis ilusiones... allí encontré este filón que yo siempre registro y que yo veo siempre lo mismo en la yedra que florece entre unas ruinas, que en el silencio de los montes, que en la luz de un plenilunio, que en los rumores del mar... y allí hilvané esta crónica, que ofrendo a Colombine como un homenaje de mi adivinación... ¡de todas las audacias es capaz la imaginación de un hombre, cuando la excita y estimula la belleza de un paisaje, la carrera de un caballo la huella de una mujer!...
V. Casanova
Ensenada de Escullos junio 17."
¿Qué mucho, pues, que paseando un día por la campiña de Rodalquilar, sufriese yo el hechizo de una gracil silueta y acudiese a mis labios un nombre...? Se puede ver Rodalquilar sin pensar en Colombine...?
Porque Carmen de Burgos Seguí, si no ha nacido en Rodalquilar precisamente, por lo menos ha pasado allí los años más bellos de la vida. En Rodalquilar radican los cuantiosos bienes de sus antepasados y en Rodalquilar de donde salió hace mucho tiempo y donde quizás no volverá ya más, aún la recuerdan y la llaman familiar y cariñosamente Carmencita.
Allí, entre aquellas huertas que fertilizan las mismas norias árabes se desarrolla la acción de los inadaptados que más que una novela parece una historia.
Como Fernán Caballero, como el insigne Pereda, como la dulce Rosalía de Castro, Colombine dando una prueba de amor al terruño, ha cantado la belleza de estas montañas desnudas y bizarras que el sol meridional reviste compasivo con las suaves tonalidades de un azul de ensueño, y la bravura del inmenso acantilado que desde Mesa Roldán hasta la punta del Cabo de Gata festonea el mar con el encaje primoroso de un calar rumorosas... Ella ha llevado a la letra de molde nombres de lugares y de casríos, y los usos y costumbres de la gente costareña, fustigando sin piedad su atraso, su incultura, la rara idiosincrasia de estos moradores, inadaptables más que inadaptados, como si por sus venas corriese aún en toda su pureza, indómita y bravía la sangre bereber...
Aspirando la dulzura de una paz de égloga que parecía emerger de toda la campiña envuelta como en una gasa turbia a la hora siempre bella de un atardecer, contemplando la graciosa ruina del Castillo, que como una sombra feudal, como una estalactita de la historia, aún se yergue altanero en el centro del paisaje, recordando su leyenda que allí flota entre los nidos de las golondrinas yo me he figurado a Colombine, hecha una niña burguesa abriéndose a la vida como se abren las palmas de estos palmares al beso ardiente del sol.
Ordeñando, antojadiza, con sus manos inexpertas una arisca cabra blanca, jugueteando por los barrancos umbríos en busca de los golosos palmitos, mariscando sobre las lastras resbaladizas de estas calas silenciosas, formando en las romerías en que los novios van a la grupa en yeguas soberbias vistosamente enjaezas, siguiendo con la mirada el lascivo contoneo de los bailes garbosos a la luz de los candiles, al compás de la guitarra, que suena quejumbrosa como el lamento de una bella esclava y la copla campesina que sale de la garganta del mozo vigoroso y vibra en el espacio, apasionada y pálida, como el arrullo de los palomos en celo.
Lo he visto, en fin, templando su alma aventurera, modelando su exquisitez en la bravura de estos aires impregnados de ese opio sutil que el Mediterráneo aporta del lejano oriente y que más tarde había de verter en revistas, en periódicos, en libros amenos, su pluma bohemia...
Un día, la señorita burguesa nos embellecía estos lugares, se cansó de oír balar los hermosos corderos de Montana, sedienta de impresiones y paisajes ideales, dejó Rodalquilar y la tierra del me viene, y como una gaviota voló por otras patrias y otros cielos, llegando en un vuelo audaz a la cúspide gloriosa de ese palacio broncineo y sonoro que en medio del Universo entre el cielo la tierra y el mar quiso la Fama, plugo a la viosa edificar su templo según aegura el poeta romano Obielio... y allí este...
A rodalquilar son muchos los viajeros que hoy acuden con la ilusión del oro... yo fui allí solo con el oro viejo de mis ilusiones... allí encontré este filón que yo siempre registro y que yo veo siempre lo mismo en la yedra que florece entre unas ruinas, que en el silencio de los montes, que en la luz de un plenilunio, que en los rumores del mar... y allí hilvané esta crónica, que ofrendo a Colombine como un homenaje de mi adivinación... ¡de todas las audacias es capaz la imaginación de un hombre, cuando la excita y estimula la belleza de un paisaje, la carrera de un caballo la huella de una mujer!...
V. Casanova
Ensenada de Escullos junio 17."
Se publicó en el Diario de Almería el miércoles 13 de noviembre de 1918:"Notas mineras. Don Eulogio Herrada Fernández solicitó ayer la propiedad de 28 pertenencias de mineral de hierro, con el título de "San José" número 84537 en término de Níjar, paraje denominado Rodalquilar".
Noticia del mismo día: "Una joven abofeteada. Ayer mediado el día, fue abofeteada en la puerta del Gobierno Civil, por un empleado municipal de los invertidos en riegos de las calles, una joven que transitaba y que no cometió otro delito, que el de protestar, porque le salpicaba el agua. En esta cuestión, la joven protestaba con fundamento, pues más de una vez hemos protestado nosotros de la forma poco respetuosa que algunos empleados del municipio tienen, al regar el pavimento de las calles. Una pareja de policía con muy buen acierto, detuvo al "manguero" conduciéndolo a la Inspección de vigilancia.
Llamamos la atención, sobre este punto, del alcalde señor Moreno Gallego, a fin de que no se repitan casos como éste, y que tan mal dicen de la Sociedad y delicadeza de esa clase de empleados".
Noticia del mismo día: "Una joven abofeteada. Ayer mediado el día, fue abofeteada en la puerta del Gobierno Civil, por un empleado municipal de los invertidos en riegos de las calles, una joven que transitaba y que no cometió otro delito, que el de protestar, porque le salpicaba el agua. En esta cuestión, la joven protestaba con fundamento, pues más de una vez hemos protestado nosotros de la forma poco respetuosa que algunos empleados del municipio tienen, al regar el pavimento de las calles. Una pareja de policía con muy buen acierto, detuvo al "manguero" conduciéndolo a la Inspección de vigilancia.
Llamamos la atención, sobre este punto, del alcalde señor Moreno Gallego, a fin de que no se repitan casos como éste, y que tan mal dicen de la Sociedad y delicadeza de esa clase de empleados".
