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RODALQUILAR: Sucedió la víspera de San José, el lunes 18 de marzo...

Sucedió la víspera de San José, el lunes 18 de marzo de 1957 y así se recogió en la prensa de la época: " Cinco muertos y veinte heridos al despeñarse un autobús en Almería. También sufrió heridas una niña de corta edad. Almería, 18. Esta noche ha caído por un terraplén el coche de viajeros que hace el servicio entre Almería y Carboneras. El hecho ocurrió al atravesar la rambla denominada del Tejar, a dos kilómetros de Níjar, cuando tomaba una pronunciada curva. Han resultado cinco muertos y veinte heridos. De Almería han salido varias ambulancias para trasladar a las víctimas. Los nombres de los muertos son los siguientes: Manuel Montoya Segura, de veintidós años; Pedro Cayuela Benzol, de cincuenta; Juan Llorente Haro, de veintidós; Juan Alonso Piedra, sesenta y ocho, y Antonio Simón Simón, de cuarenta y cinco. A las doce de la noche, habían entrado en el Hospital Provincial veintitrés heridos. En la Casa de Socorro y en el Hospital Provincial han sido asistidos los siguientes heridos graves: Luis Vergel Torrecilla, conductor del coche; Jesús Torres Requena, Alfonso martínez Sánchez, José Torres Caper, Rafael Llorente Haro, gabriel Lorenzo Márquez, Antonio Soto Salvador, Diego Llorente Galera, Hermenegildo González García y Pedro Torres Hernández. Hay además una niña de corta edad con heridas graves." Este triste hecho lo conserva la tradición oral de la Comarca de Níjar de esta manera: " Víspera de San José.
Víspera de San José,
qué día tan señalado,
el coche de Luis Vergel
por el puente fue volcado.
Los muertos y los heridos
no se podían contar.
Los muertos vienen al pueblo,
los heridos al hospital.
El pueblo estaba asustado
al ver tan gran suceso,
y lloraban a la puerta
a la puerta del cementerio.
Don Ángel Pérez Abad
como alcalde de este pueblo,
mandó que se recogieran
los cadáveres del suelo.
Se los traen para arriba
y daba espanto el mirarlos,
y en la sala principal
fueron allí acomodados.
Los colocan en su ataúd
y sus luces encendieron
hasta otro día a las once
que sacaron el entierro.
A eso de medianoche,
los familiares venían
nadie podía aliviarles
el dolor que ellos traían.
Al confortarse con ellos
se partía el corazón
porque lloraban con pena
con sentimiento y dolor.
Se aproximó el día triste
que los habían de enterrar,
todo el pueblo se reúne
para ir a acompañar.
Fue acompañado el entierro
de música y cinco curas.
A estos seres desgraciados
les dieron sepultura."
Recuerdo que Dª Mari Carmen hace tiempo nos escribió sobre esta triste historia. Como hace tiempo que no nos da señales, pero que seguro que participa con su lectura en esta casa, le paso documentada esta historia que conmocionó a toda una comarca y que fue triste noticia nacional.
Un saludo.
Ginés Torres.