por lo tanto sobrina-biznieta del gran Emilio Muñoz Zurano, ambos además de inteligentes, su humanismo fue tal que senarón ambos escuela, al tío Emilio, ni lo conocí, pero fue tanto lo que de él me hablo la mamá, que es como si hubiera tenido alguna conversación con él. Conversaciones, que afortunadamente si que tuve a diario con esa mujer, que adelantada a su tiempo, era una enciclopedia, con un raciocinio, no exento de una gran humanidad, con dignidad (No confundir con orgullo) ya que como ella me dijo, el orgullo termina reptando, conocerla fue uno de los pilares que me formaron, junto con mi abuelo, ese gran conversador, con una abuela que era, todo bondad, inteligencia, sacrificio, generosidad, con un pico de oro, hoy hubiera sido la mejor relaciones públicas que toda empresa desearía, y si de cocina hablamos, que manos, que imaginación que punto tan sin igual, a todo plato que hacia, su sello muy particular ponía, no había ningún Ferra que le hubiese pisado cualquier guiso, entremés, postre, buen gusto en la presentación de una mesa, sin tanto ramillete de perejil, nunca más he comido plato alguno como los que hacía ella, mucho me temo que no volvere a probar, no nacen todos los días, una Teresa, como era ella, la hija de la mamá, todas mis tías estaban, formadas e informadas, nada les asustaba, mucho menos trabajar, aprender fue siempre su meta, la meta que herede, menuda familia, menudo el legado. No hay día en mi vida, que no tenga un recuerdo para todos, la última en irse fue mi querida tía Emilia, sus consejos, su intuición no fallaron, que gtan talento el tuyo, como disfrutaba cuando nos llamabamos, triste fue el no poder ir a estar un tiempo con ella, mi accidente me privo, entre otras cosas de mantener largas conversaciones, de las que en todas hubiera salido, aún más enriquecida. Supongo, que además de esta página, Pulpi tendrá alguna más, esta esta muy pobre, por no mencionar, ni al Pastorcico de Pulpi nombran, tengo conciencia de que hay hacia su persona una gran admiración, enterrado ahí está, además de haberle escrito una biografia, de la que tengo una, y fue enviada por mi tía Emilia. Hace tantos años ya, que no he estado por ahí, hoy he sentido tristeza cuando he visto los destrozos, de la gran tromba de agua, cuando, ver llover tanto en Pulpi y pueblos cercanos, era todo un acontecimiento, lo siento por las muchas familias que empezaron a salir de la pobreza, con el cultivo de invernaderos. nunca llueve a gusto de todos, pero estos dos últimos años, están siendo tan extraños. En fin, siento mucho lo ocurrido, mí deseo es que se os prete la ayuda necesaria, porque a ver, que se hace del clavel que llegaron hace tiempo hasta, Holanda, la del tulipán Abrazos y buenos deseos. Teresa