Durante muchos años me sentido parte de este
pueblo, aunque no he nacido allí; y creo que la mejor forma de sentirse parte de un lugar es hablar con respeto y con orgullo de él. Y no sólo de sus
calles con nombres históricos, o de su
iglesia llena de reliquias sino de sus gentes, personas que viven allí todo el año y como yo, saben lo duros que son los
inviernos en "un pueblo de la Castilla profunda". Te animo querido
amigo, a que pases muchos inviernos (y también
veranos) en este pueblo y verás
... (ver texto completo)