ASÍ VERSA LA CARTA PUBLICADA EN:
Diario de Navarra - Miércoles, 29 de abril de 2015 - OPINIÓN - pág 15
Romería a Ujué, sin alegatos electorales
El domingo fue uno de los días grandes de la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de Ujué, “Patrona de la Ribera”, a las puertas del mes de mayo.
Sentimos la no comparecencia de ninguno de los obispos de la Archidiócesis de Pamplona y Tudela,
pero la dirección de la celebración fue dignamente representada por José Luis Lacunza Maestrojuan, pamplonés desde 1944 y padre agustino de formación, y de Beire, a los pies de la Virgen de Ujué y a su sombra. Comenzó la celebración, transmitiendo a los asistentes las disculpas del Obispo y del Obispo Auxiliar que por otros compromisos delegaban la celebración de la romería de la “Patrona de la Ribera” en ese insigne navarro, obispo desde 1986 y residente con diferentes funciones en Panamá, destinado allí por su orden agustiniana (muy amante y devoto a esta hermosa advocación de María, de suma importancia en Navarra y que cuenta con miles de devotos en esta tierra).
Supo transmitir el amor por aquella que se apareció al pastor. Pero en mitad del sermón, comenzó por el predicador a solicitar el voto “útil”, el “voto en conciencia”. ¿Quizás no era el momento? Se escucharon voces desde el público, “ ¿a quién votamos?”, murmullos en el santuario, caras desencajadas, romeros que pensaban en que se habían puesto a andar a las 4 de madrugada desde Tafalla para escuchar cómo tienen que votar.
Fuimos como cada año por Jesús a la Virgen, por la devoción a la Virgen de Ujué, para llegar a Jesús, y quizás eso no era lo esperado. Gracias a la misma Virgen de Ujué y a algún empujón humano, el celebrante retomó a tiempo y dejó de lado temas mundanos, priorizando la función del “romero”, con sus túnicas, con sus cruces. Todos somos iguales ante Dios y ante la Virgen de Ujué, pero no así ante las urnas.
JOSÉ JAVIER SOLABRE HERAS
Diario de Navarra - Miércoles, 29 de abril de 2015 - OPINIÓN - pág 15
Romería a Ujué, sin alegatos electorales
El domingo fue uno de los días grandes de la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de Ujué, “Patrona de la Ribera”, a las puertas del mes de mayo.
Sentimos la no comparecencia de ninguno de los obispos de la Archidiócesis de Pamplona y Tudela,
pero la dirección de la celebración fue dignamente representada por José Luis Lacunza Maestrojuan, pamplonés desde 1944 y padre agustino de formación, y de Beire, a los pies de la Virgen de Ujué y a su sombra. Comenzó la celebración, transmitiendo a los asistentes las disculpas del Obispo y del Obispo Auxiliar que por otros compromisos delegaban la celebración de la romería de la “Patrona de la Ribera” en ese insigne navarro, obispo desde 1986 y residente con diferentes funciones en Panamá, destinado allí por su orden agustiniana (muy amante y devoto a esta hermosa advocación de María, de suma importancia en Navarra y que cuenta con miles de devotos en esta tierra).
Supo transmitir el amor por aquella que se apareció al pastor. Pero en mitad del sermón, comenzó por el predicador a solicitar el voto “útil”, el “voto en conciencia”. ¿Quizás no era el momento? Se escucharon voces desde el público, “ ¿a quién votamos?”, murmullos en el santuario, caras desencajadas, romeros que pensaban en que se habían puesto a andar a las 4 de madrugada desde Tafalla para escuchar cómo tienen que votar.
Fuimos como cada año por Jesús a la Virgen, por la devoción a la Virgen de Ujué, para llegar a Jesús, y quizás eso no era lo esperado. Gracias a la misma Virgen de Ujué y a algún empujón humano, el celebrante retomó a tiempo y dejó de lado temas mundanos, priorizando la función del “romero”, con sus túnicas, con sus cruces. Todos somos iguales ante Dios y ante la Virgen de Ujué, pero no así ante las urnas.
JOSÉ JAVIER SOLABRE HERAS