Vista general del Santuario Sta. María laReal, O CEBREIRO

Una leyenda tiene como escenario su templo prerrománico. Hacia 1.300, un hombre muy beato se desplazaba a diario tres kilómetros para acudir a misa a O Cebreiro y, un día en el que hubo una gran tormenta, ese hombre fue el único que acudió a la celebración. Al verlo, el cura se burló de él diciendo que había acudido con una gran tempestad y fatigado para ver un poco de pan y vino. Entonces, al realizar la consagración, Dios convirtió la hostia y el vino en carne y sangre como respuesta a la falta de fe de aquel cura.