SAN PEDRO DE MERIDA: Los resignados monjes y los caballeros templarios,...

Al llegar al número 24, faltaban sólo dos bolas por salir y la expectación se inflamaba por momentos hasta un límite insostenible.

El Cardenal y el Maestre pensando en el empate se disponían a continuar otra agotadora sesión.

25ª dijo con monotonía Matania en tanto los otros miraban a Marañón y para escucharle el color de la anteúltima bola. Cuando dijo, Blanca, las miradas de todos se centraron en Matania, porque tenía que sacar la última bola.
26ª Blanca.

Como había ganado el Temple en la elección del lugar por mayoría de bolas blancas la planificación que había plateado el Maestre Guatire fue aceptada de inmediato.

Los resignados monjes y los caballeros templarios, se dispersaron con distintos ánimos a sus respecti-vos acuartelamientos para preparar el Concilio que posiblemente les aportaría la paz.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
En un llano rocoso vecino al círculo mágico donde dormitaba el Arca, las excavadoras del Temple y la Iglesia se atareaban sin parar para desbrozar todo el terreno de árboles, matorrales y escajos, en todo el contorno que los Nigromantes habían trazado.