Para Dñª Dolores Aguado:
Visto lo visto, este rincón www de Alburquerque se está dinamizando... ¡Y de que manera! Está claro que, "recordar" es sacar del fondo de la persona emociones que vuelven al corazón como vivencias singulares; por eso, esa memoria cordial (memoria del corazón) aguanta más el tiempo, la distancia... ¡y la edad! retornando de manera tan fresca. Incluso cuando hay un problema de enfermedad, la memoria antecedente es de lo poco que sigue en la mente del enfermo, permitiéndole agarrarse - si ello es posible- a las raíces de su identidad, cosa que en el presente se le manifiesta esquivo.
Presento esta introducción para no tener que seguir explorando mi historia donde podría añadir:
El abrevadero de las sanguijuelas, en la depresión de las Laderas, cuesta abajo de la carretera y no muy lejos de la Cruz de los Caídos. Puede que en nuestro desconocimiento hasta llegásemos a dañar alguna pintura rupestre ¿¿¿ ??? de las que decíamos que existían por aquellos abrigos. Tal vez, solo la fantasía nos hiciese ver pinturas en el lugar que ocupaban los musgos y líquenes; hasta pudiera ser que la desbocada imaginación nos hiciese ver a la actualísima Pantaruja.
Más bucólico es el recuerdo de las manadas de pavos que unas fechas antes de la Navidad, subían por delante de la puerta de mi casa, con destino a la tragedia de los mercados centrales de lugares desconocidos. Detrás de ellos "El Pavero" con una larga caña en la mano, agitada continuamente para mantener el orden
Acabo, para no dejar a nadie convertido en estatua de sal, por pesado y aburrido.
Te renuevo mi agradecimiento; pero rechazo cariñosamente el ofrecimiento de actuar de guía. Si alguna vez vuelvo quiero enfrentarme al reto de poner el GPS de mis recuerdos en consonancia con la realidad. Seguro que en el trazado de hace 50 años, (sin haber vuelto desde entonces) en aquellas calles ¡seguro que no me extravío!
Un saludo amistoso Miguel A.
Visto lo visto, este rincón www de Alburquerque se está dinamizando... ¡Y de que manera! Está claro que, "recordar" es sacar del fondo de la persona emociones que vuelven al corazón como vivencias singulares; por eso, esa memoria cordial (memoria del corazón) aguanta más el tiempo, la distancia... ¡y la edad! retornando de manera tan fresca. Incluso cuando hay un problema de enfermedad, la memoria antecedente es de lo poco que sigue en la mente del enfermo, permitiéndole agarrarse - si ello es posible- a las raíces de su identidad, cosa que en el presente se le manifiesta esquivo.
Presento esta introducción para no tener que seguir explorando mi historia donde podría añadir:
El abrevadero de las sanguijuelas, en la depresión de las Laderas, cuesta abajo de la carretera y no muy lejos de la Cruz de los Caídos. Puede que en nuestro desconocimiento hasta llegásemos a dañar alguna pintura rupestre ¿¿¿ ??? de las que decíamos que existían por aquellos abrigos. Tal vez, solo la fantasía nos hiciese ver pinturas en el lugar que ocupaban los musgos y líquenes; hasta pudiera ser que la desbocada imaginación nos hiciese ver a la actualísima Pantaruja.
Más bucólico es el recuerdo de las manadas de pavos que unas fechas antes de la Navidad, subían por delante de la puerta de mi casa, con destino a la tragedia de los mercados centrales de lugares desconocidos. Detrás de ellos "El Pavero" con una larga caña en la mano, agitada continuamente para mantener el orden
Acabo, para no dejar a nadie convertido en estatua de sal, por pesado y aburrido.
Te renuevo mi agradecimiento; pero rechazo cariñosamente el ofrecimiento de actuar de guía. Si alguna vez vuelvo quiero enfrentarme al reto de poner el GPS de mis recuerdos en consonancia con la realidad. Seguro que en el trazado de hace 50 años, (sin haber vuelto desde entonces) en aquellas calles ¡seguro que no me extravío!
Un saludo amistoso Miguel A.
