Vista de parte de la muralla del castillo de la Concepción, CARTAGENA

Con la ocupación romana, Carthago Nova se convirtió enseguida en un importante municipio de la provincia Citerior, Tarraconense más tarde y luego Carthaginense, y ostentó en su momento la capitalidad del homónimo convento jurídico. Desde la urbe se exportaban el mineral de las minas cercanas, el garum, esparto y vino. Saqueada por los vándalos en 425, transmutó en una floreciente ciudad visigoda con amplia tradición romana. A mediados del siglo VI, en tiempos de Justiniano, acabó siendo una posesión bizantina con el nombre de Cartago Spartaria. Pasó a manos cristianas, definitivamente, en el año 1245, cuando fue conquistada por el rey castellano Fernando III el Santo.
(17 de Noviembre de 2021)