LA BERZOSA DE TORRELODONES
Siempre mirando Al Picazo
como testigo del tiempo,
la zona tiene su lazo
y con ella el fuerte viento.
Calles con nombres de Asturias
en laderas y rellanos,
aceras que son las vías
de muchos seres humanos.
Poder cruzar La Berzosa
en los días encantados,
parece una senda hermosa
al ver sus acantilados.
Sombras de encinas quejosas
cargadas de muchos años,
son sus señas primorosas
algunas con muchos daños.
Piedras que marcan veredas,
con silencios anhelados,
La Berzosa tiene sendas
de ver los días nublados.
El viento corre deprisa,
sin saber si lo ha logrado,
más tarde se ve y divisa
El Picazo retocado.
El horizonte de sierra
entre caminos trazados,
en su corazón se encierra
intereses no logrados.
La Berzosa señalada
con sus chalet envidiados,
es una tierra enmarcada
para vivir jubilados.
En Hoyo de Manzanares
hablan del camino raro,
entre dos pueblos dispares
en un terreno muy caro.
G X Cantalapiedra.
Siempre mirando Al Picazo
como testigo del tiempo,
la zona tiene su lazo
y con ella el fuerte viento.
Calles con nombres de Asturias
en laderas y rellanos,
aceras que son las vías
de muchos seres humanos.
Poder cruzar La Berzosa
en los días encantados,
parece una senda hermosa
al ver sus acantilados.
Sombras de encinas quejosas
cargadas de muchos años,
son sus señas primorosas
algunas con muchos daños.
Piedras que marcan veredas,
con silencios anhelados,
La Berzosa tiene sendas
de ver los días nublados.
El viento corre deprisa,
sin saber si lo ha logrado,
más tarde se ve y divisa
El Picazo retocado.
El horizonte de sierra
entre caminos trazados,
en su corazón se encierra
intereses no logrados.
La Berzosa señalada
con sus chalet envidiados,
es una tierra enmarcada
para vivir jubilados.
En Hoyo de Manzanares
hablan del camino raro,
entre dos pueblos dispares
en un terreno muy caro.
G X Cantalapiedra.
