Frente al
palacio del Cordón, se encontraban las llamadas
Casas del Cordón que pertenecieron a los condes de Puñonrostro, situadas a unos pocos metros de la Basílica de
San Miguel y junto a la
Casa de Cisneros de la que la separa la estrecha
Calle del Cordón.
Una
placa sobre el
edificio que ahora se levanta, nos recuerda el primitivo emplazamiento de la residencia del conde de Puñonrostro que por cierto era
amigo de Antonio Pérez el secretario de Felipe II que estuvo cautivo en la casa hasta su fuga en 1585.