Tinaja del milagro en el interior de la ermita, ALCOBENDAS

El 25 de Diciembre de 1677 Juan Perdiguero llevaba tres días festejando en su casa a la Virgen de la Paz. Patrona de Alcobendas desde que en el siglo XI se le apareciese a una pastorcilla en un paraje de lo que hoy se conoce como El Soto de La Moraleja. Había traído una vasija llena de vino, entre 10 y 12 arrobas que repartió entre las más de trescientas personas que visitaron su casa durante estos días.
El día 24 por la noche, la víspera de la fiesta principal, Juan va a ver en qué estado se encuentra su tinaja y se da cuenta de que no queda apenas vino. Se retira a descansar «entristecido» por que no iba a poder seguir celebrando.
Al día siguiente, nada más levantarse, hace una súplica a la Virgen: «Virgen Santísima, yo os he hecho la fiesta con mucho gusto y no me ha faltado cosa alguna, porque me ha sobrado de mis prevenciones, con la mucha gente que ha habido, juzgando me faltara». Después, se acerca al lugar donde estaba la vasija y la sorpresa es mayúscula. El recipiente estaba lleno a -falta de cuatro dedos- y el vino manaba desde el fondo de la vasija como si hubiese una fuente.
Después de avisar a su mujer, salió corriendo a la calle para llamar a todo el mundo y que la gente pudiese comprobar el milagro. Desde las seis de la mañana hasta las once y media estuvo sacando vino y ofreciéndoselo a más de seiscientas personas entre las que se encontraban el Juez, sacerdotes, representantes de Justicia y Regimiento, además de escribanos del Ayuntamiento. En cinco horas y media podrían haber salido de la milagrosa tinaja más de cien arrobas de vino, de acuerdo con los testigos.
(25 de Agosto de 2013)