CUENCA DE CAMPOS (Valladolid)

Cepo de las Animas

La primera virtud es frenar la lengua; y es casi un dios quien teniendo razón, sabe callarse.
Catón de Útica.
Libro de Cuenca de Campos, pagina 19.

Año 930. Santa Tecla, natural de Cuenca de Campos y monja benedictina en el mismo floreció en santidad y milagros. Celébrase su fiesta el 18 de enero.
Más abajo en letra pequeña nos explica.
Este dato está confirmado por la tradición constante en esta villa, que nos enseña que el sepulcro de Santa Tecla se halla en el herreñal sito frente al cepe de las Animas, del lado de áca del puente del camino de Villalón.
Saca conclusiones amigo Marwen.
EL CEPO DE ANIMAS Y EL VIA-CRUCIS

A la salida para Villalón y al pie mismo de la carretera que a él conduce, se encuentra un vetusto torreón, pequeño trozo de la antigua muralla que circuía la villa. En su macizo existe diminuto local rectangular. En el lienzo frente a la puerta, cerrada por una verja de madera, se venera un crucifijo; En la parte interior de la cruz se ve un tarjetón borroso que representa a las Animas, y que apellida al pequeño santuario. A la derecha de la cruz se leen estos ... (ver texto completo)
Me alegra que se alabe el cepo de las Animas ya que todos mas o menos tenemos nuestros difuntos y siempre tendremos que pedir por ellos, aqui en Cuenca tiene su cofradia y todos los años se hace una novena y con una procesion para un responso por todos nuestros difuntos.
Saludos para todos los Coquenses de buena fe:
Soy nacido y criado en Cuenca aunque no vivo allí, pero sí que me gustaría qu el popular Cepo de las ánimas estuviera iluminado por las noches ya que además de tener "LUZ" sería un reclamo para tanta gente que.
Hola paisanos:
Refiriéndome a los párrafos del cepo de las ánimas, se agradece el detalle de quien los haya reflejado aquí, ya que todos tenemos ánimas: pero quiero completar los textos con otro que: querido paisano, te has dejado, y que dice...
Así.
Pasajero no me olvides, te espera la eternidad, lo que tú eres yo he sido y lo que yo soy, tú serás.
Viajero, no lo olvides,
Te espera la eternidad,
Una limosna aquí deja,
Que Dios te la pagará.

Para alivio de mis penas
En este lugar me han puesto.
Suplico a las almas buenas
Una limosa y un Padre nuestro.

Hasta hace unos años este cepo estuvo en frente, al otro lado de la carretera, y cuando los niños de San Juan volvían, por el camino del cementerio, de la escuela del Sr. Joaquín, buscaban entre estos versos las letras que acababan aprender en el silabario.