Este
pueblo siempre lo llevaré en mi corazón, cada vez lo visito menos pero todos los días lo añoro, guarda los mejores momentos de mi vida, aunque allí no he nacido, pero me siento parte de él. Imágenes como la
puesta de sol cerca del
molino, el olor del
campo, los chopos del
río, la vista de la
iglesia cuando entramos por la "barriada", ese nudo en el estómago que me sobresaltaba.
Los tesoros que guardas entre tus
calles,
campos y paredes. Tú sabes de penas y alegrías de los que te queremos.
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