MECANIZACIÓN DEL CAMPO
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Cuando se fueron inventando las máquinas para el campo, evitaron a los labradores el penoso trabajo que realizaba
manualmente. Sin embargo los inventos, a veces, generan paro. Los tractores arrastraban los arados, trillaban, también
eran la fuerza motriz para los remolques. Esto supuso la desaparición paulatina del ganado y por consiguiente, de
los tratantes y las ferias. Al no haber animales de tiro, los guarnicioneros también comenzaron a trabajar menos,
ya que no había animales. También desapareció la figura del herrador, el que había en Herrera, se llamaba Manolo.
Los carreteros, fueron teniendo cada vez menos trabajo. También los artesanos que hacían las herramientas que
usaban los labradores, se quedaron sin trabajo. Ya no hacía falta: Hoces, horcas, rastros, etc. etc.
La Veldadora evitó tener que separar el trigo de la paja aprovechando los días de viento. Y ya, por fín, llegó
la majestuosa Cosechadora, extraordinaria máquina que, siega, trilla y va sacando el grano por un tubo a un remolque. Sin embargo, las faenas de recolección, sobre todo, la Trilla, se recuerda con nostalgia. Era más familiar,
aquellas meriendas a la sombra del carro. Más bucólico, más bonito y más poético. Un saludo.
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Cuando se fueron inventando las máquinas para el campo, evitaron a los labradores el penoso trabajo que realizaba
manualmente. Sin embargo los inventos, a veces, generan paro. Los tractores arrastraban los arados, trillaban, también
eran la fuerza motriz para los remolques. Esto supuso la desaparición paulatina del ganado y por consiguiente, de
los tratantes y las ferias. Al no haber animales de tiro, los guarnicioneros también comenzaron a trabajar menos,
ya que no había animales. También desapareció la figura del herrador, el que había en Herrera, se llamaba Manolo.
Los carreteros, fueron teniendo cada vez menos trabajo. También los artesanos que hacían las herramientas que
usaban los labradores, se quedaron sin trabajo. Ya no hacía falta: Hoces, horcas, rastros, etc. etc.
La Veldadora evitó tener que separar el trigo de la paja aprovechando los días de viento. Y ya, por fín, llegó
la majestuosa Cosechadora, extraordinaria máquina que, siega, trilla y va sacando el grano por un tubo a un remolque. Sin embargo, las faenas de recolección, sobre todo, la Trilla, se recuerda con nostalgia. Era más familiar,
aquellas meriendas a la sombra del carro. Más bucólico, más bonito y más poético. Un saludo.
