Especial Navidad adelantada, CANALES

(29 de Noviembre de 2012)
La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha.
Las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada.
Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una.
Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras.
La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.