Según algunos historiadores Obila fue uno de los muchos asentamientos vetones en la provincia, junto con los castros de Sanchorreja, Berrueco, Mesa de Miranda, Las Cogotas, El Raso y Ulaca. El asentamiento de Obila cobraría importancia con la creciente romanización del territorio, en detrimento de otros castros situados en terreno montañoso.