Fruchel es considerado el precursor del templo tal y como existe hoy en día, así como de traer a
Ávila las primeras formas góticas de Borgoña (
Francia). Fue él quien se encargó de las obras a partir de 1172 y que a su muerte en 1192 vería casi finalizada la compleja cabecera llevada a cabo principalmente con
piedra de "arenisca sangrante" por su impactante veteado rojo férrico sobre fondo blanco, procedente del
Valle de Amblés.