Bueno, la verdad, es que además del
bar hay más cosas, puedes disfrutar de preciosos
paisajes, respirar aire puro, el agradable olor de la alfalfa recien segada, las vistas panoramicas incomparables de
la puebla de montalbán, los largos
paseos al lado del tajo, y unos
amaneceres y atardeceres de valor incalculable; la belleza de las casitas blancas con sus
puertas verdes que parecen sacadas de un cuento, la amabilidad de sus habitantes, y el rocio en las mañanas invernales.
Si, ciertamente un
pueblo ... (ver texto completo)