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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Tambien tu padre Milagros tenia un trabajo distraido,...

Clarisa yo también recuerdo esas situaciones de angustia reflejada en las caras de vecinos y familiares.

También recuerdo un día que derramamos lágrimas y pasamos mucho miedo por mi padre, mi hermana, mi madre y yo -la pequeña no había nacido aún-, un día de tormenta que caía un granizo con las piedras muy grandes. Las tres llorando, pensando en mi padre que estaba en el campo, sin un lugar donde hallar cobijo. Eso es lo que pensábamos, hasta que al rato llegó mi padre calmándonos y diciéndonos que la granizada le había cogido ya dentro del porche, y todo gracias a las ovejas que, cuando vieron la que se avecinaba, salieron corriendo hacia el pueblo tanto como podían, y mi padre no lo impidió pues ya sabéis que las gentes de los pueblos conocen muy bién a los animales y éstos, para estas cosas tienen un " olfato" especial.

Ese mal rato que pasamos nos lo podríamos haber ahorrado si en aquel tiempo hubiesen existido los teléfono móviles pues con una llamada de mi padre hubiese bastado.

Un beso muchachos. Milagros

Tambien tu padre Milagros tenia un trabajo distraido, pero duro, siempre al aire libre, mirando al cielo para ver que hacer en el día a día. Suerte que, como dices bien, los animales tienen un instinto especial para detectar las incleméncias del tiémpo, y que existian algunos refúgios para guarecerse en caso de tormentas cuando estaban lejos de algún pueblo.

Hay una canción de Juan Manul Serrat que en una de sus estrofas dice:

Por la mañana rocio
al medio día calor
por la tarde los mosquitos
no quiero ser labrador.

Cuanta razón tenia al cantar ésto.

Un besito prima. Clarisa