La
calle Marqués de Molins y, en prolongación, la calle Tesifonte Gallego, unen la
plaza del Altozano y la plaza de Gabriel Lodares, constituyendo la arteria comercial y residencial de la nueva ciudad cuyo desarrollo se produce a partir de la segunda década del siglo xx, propiciado por la implantación de infraestructuras tan esenciales como el alumbrado público, el alcantarillado y el abastecimiento de
agua, así como la construcción en 1911 del
Parque de Canalejas (actual Parque de Abelardo Sánchez), que conforma un polo de desarrollo urbanístico que marca el crecimiento de la ciudad hacia él y convierte la vaguada del primitivo
Río Piojo en una especie de Gran
Vía local, la llamada calle Ancha,
reflejo de la metamorfosis de la
arquitectura albaceteña de principios del siglo xx en sus diferentes variantes.