A finales de la década de 1920, con motivo de la demolición del
convento de las Justinianas, se amplía la
plaza adquiriendo su configuración actual. En 1937, con motivo de la Guerra Civil, se construye un
refugio antiaéreo bajo sus
jardines, lo que obliga en la década de 1940 a volver a ajardinar la zona. Su diseño actual, de estilo francés, parece ser obra de Ramón Ortiz Ferrer, Jardinero Mayor del
Ayuntamiento de
Madrid en ese momento. Algunos de los
edificios más emblemáticos de la plaza han desaparecido, como el
edificio de la Audiencia, obra del arquitecto Francisco Jareño, autor asimismo de la
Biblioteca Nacional de Madrid, el Banco Central, obra del arquitecto Isidro de Benito, o el
Teatro Capitol, obra del arquitecto Julio Carrilero.